El Presidente Raúl Martín Presa dio ayer una lección de honorabilidad, educación y buenas formas al Celta tras el fichaje de Fran Beltrán por parte de los vigueses. Al presidente vallecano le gustan mucho los detalles, y le molesta enormemente la falta de ética que ha tenido el Celta con la contratación del canterano Beltrán, asegurando además que del Celta no se esperaban otra cosa.
El problema de dar lecciones de ética es que para hacerlo hay que ser muy íntegro, no vaya a ser que la hemeroteca te juegue una mala pasada. O peor aún, que ayer hicieras algo mucho más reprobable aún que lo que hoy te indigna porque sería caer en un ridículo innecesario, y magnificaría tu error en lugar de señalar al Celta.
Y es que anoche, en los micrófonos de El Partidazo de Cope, una futbolista del Rayo Vallecano, Natalia Pablos, explicaba la extraña situación que vive en Vallecas. La jugadora tomó la decisión de dejar el fútbol este verano, pero su club, el Rayo Vallecano de Raúl Martín Presa, no se lo permite y le obliga a abonar su cláusula de rescisión, cifrada en 250.000 euros, para poder abandonar la entidad.
La jugadora lo explicaba así: Tomo la decisión después de 18 años jugando en la máxima categoría. No es de un día para otro. Ya la tenía meditada. El año pasado para mí fue difícil. Cuando estoy convencida por mi cabeza no entraba que podía tener algún problema con el contrato. El club no quiere que pague esa cantidad, quiere que juegue. Se remiten al contrato”, desatacó.
Conviene destacar que Natalia Pablos es un emblema en el conjunto rayista. Ha jugado durante 15 temporadas en el equipo, y acumula 350 goles con el Rayo Vallecano. Así tratan a los suyos.
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