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| Foto: Salvador Sas |
No ha tenido excesiva fortuna Andrew Hjulsager en su cesión al Granada. El extremo danés llegó al Celta en el mercado de invierno de la Temporada 2016-17, y a pesar de que mostró buenas sensaciones en algún partido, no acabó de tener minutos en una temporada en la que el equipo iba lanzado, compitiendo casi hasta el final en la Copa y en la Europa League.
Todo parecía indicar que el pasado verano saldría cedido. El futbolista escandinavo llegó una semana antes que sus compañeros a Vigo. Trabajó en solitario, y acabó ganándose la confianza de Juan Carlos Unzué para seguir en el equipo, pero a la hora de la verdad apenas contó. Unos minutos sueltos en las primeras jornadas, los partidos de Copa y poco más.
Así las cosas, la cesión parecía ahora un camino inevitable. Entonces apareció el Granada, que mostró mucho interés por reforzarse con el danés, pero a las pocas jornadas de llegar a la ciudad nazarí fue cesado el entrenador, y los nuevos no confiaron absolutamente nada en él. Cierra la temporada con 260 minutos. Un bagaje escaso para un futbolista que bajó un escalón para buscar los minutos que se le negaban en la máxima categoría.
Ahora tiene ante sí una disyuntiva importante. Tanto él como el club. Su progresión se ha visto estancada, y parece difícil que el próximo curso esté en la primera plantilla. Informaba este viernes el diario AS, en una nota firmada por Abraham Martínez, que hay dos opciones posibles en este momento. La primera, y más probable, es la de que salga cedido a otro equipo la próxima temporada, pero el periodista vigués no descarta incluso una rescisión que desligaría al futbolista del Celta.
Tiene contrato hasta el 30 de junio de 2020, y el Celta pagó 1 millón de euros por sus servicios hace año y medio, así que seguramente intentará agotar todas las vías para amortizar ese fichaje, algo que parece complicado en estos momentos.
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