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| Foto: Vigoé |
La polémica está servida en la lucha por el ascenso a Segunda División en el grupo I. El Deportivo B, que no tiene opciones de ascender a la categoría de plata por el descenso de su primer equipo, ha anunciado que no renunciará a participar en la fase de ascenso, aunque perjudique con ello a otro equipo, muy probablemente gallego, que se tendrá que quedar con las ganas de luchar por el ascenso.
En ese sentido, Albert Gil, responsable de la cantera del Deportivo, realizó ayer unas declaraciones sobre las quejas de otros equipos: “Sabemos que cada uno en la vida tiene intereses y los intereses en las competiciones siempre son divergentes. En este caso, divergen el interés de los equipos madrileños y los vigueses, pero otro lado el fútbol es una temporada larga donde cada uno juega y los méritos se ganan en le campo, no en los intereses particulares de cada uno”. Obsérvese que se refiere al Rápido y al Celta B como equipos vigueses y no como equipos gallegos.
Y en ese escenario, ayer la Radio Galega anunciaba que el Rápido de Bouzas, el Rayo Majadahonda y el Fuenlabrada han firmado un documento en relación a la participación del filial deportivista en la promoción de ascenso. Según el presidente del equipo boucense La Liga expidió un documento según el cual no se producirán descensos administrativos en Primera División.
Y es que es este punto al que se agarra el Deportivo para jugar la promoción de ascenso. Según esta teoría, dado que hasta el 30 de junio se pueden producir descensos administrativos, el equipo herculino podría recuperar su plaza en la máxima categoría y el Deportivo B lucharía por el ascenso, aunque todo apunta a que no se producirá ningún descenso por temas administrativos. La polémica está servida.
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