El lento y tortuoso proceso de Emre Mor


Foto: Alba Villar/Faro de Vigo
Emre Mor ha vuelto a protagonizar un acto de indisciplina con el resultado de que vuelve a estar apartado del equipo, y que probablemente no vuelva a jugar en lo que resta de curso. Juan Carlos Unzué ya le perdonó en una ocasión, pero será difícil que vuelva a hacerlo antes de abandonar el banquillo céltico. 

Con un cambio de entrenador en el horizonte, Emre Mor empezará de cero con el nuevo inquilino del banquillo celeste. Se trata de un jugador de indiscutible talento, no en vano el Celta pagó 14 millones de euros por sus servicios el pasado verano, pero tiene que corregir ciertas actitudes si quiere triunfar en el Celta y en el fútbol. 

Lo normal es que el año que viene siga, que se le brinde una segunda oportunidad. No tendrá muchas más. Su carrera ha ido en picado desde que fichó por el Borussia Dortmund, y no se corresponde con la calidad que demuestra a cuentagotas. Es un futbolista joven, con dinero y libertad, al que tal vez le viene un poco grande esta situación. Debe madurar y ajustarse a la realidad en la que vive, y centrarse en ser futbolista. Tiene la fortuna de tener talento y debe aprovecharla. 

Siempre que sea lo que quiere, claro. Es probable que crea que el talento será suficiente para permitirle vivir del fútbol y tener una larga carrera, pero este deporte no perdona. Hemos visto a futbolistas de enorme calidad quedarse sin equipo y acabar dando tumbos de una liga a otra. Ojalá madure siendo aún jugador del Celta, algo que seguramente sea un proceso lento y tortuoso, que nos llevará a disfrutar del gran futbolista que es. 

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