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| Foto: LFP |
Quedan menos de cuatro horas para que arranque el derbi, y puede que para muchos no tengan alicientes, o se haya descafeinado por el hecho de que ambos equipos lleguen sin opciones en la tabla clasificatoria, pero no debemos olvidarnos de que sigue siendo un derbi, y que en juego está el honor de ser el rey de Galicia. Al menos esta tarde.
Es indiscutible que ahora mismo el Celta manda en Galicia. Lo ha hecho durante las seis últimas temporadas, y eso no se decide en una tarde, pero es evidente que no será lo mismo irse a dormir con una victoria que hacerlo con una derrota. Los jugadores del Celta han incidido en esta cuestión durante toda la semana, recordando la importancia de un partido que divide a Galicia por la mitad entre partidarios del Celta y del Deportivo.
El equipo vigués se ha llevado el gato al agua en los últimos enfrentamientos. Prácticamente desde que ambos equipos ascendieron juntos en 2012 el balance casi siempre ha sido favorable a los celestes, que ganaron la ida con autoridad (1-3), y que esta tarde deben refrendar la diferencia de 17 puntos entre ambos equipos en la clasificación. El Celta es superior al Deportivo, al menos sobre el papel, porque los momentos de forma son importantes, y da la sensación de que el equipo blanquiazul ha mejorado con el paso de las jornadas, todo lo contrario que el Celta, que no vive su mejor momento.
Pero un derbi siempre es un derbi, y los estados de forma o los puntos con los que cada equipo tenga en la clasificación no sirven para nada. La ventaja del Celta es que saldrá con muchos canteranos en el equipo, con jugadores que sienten los colores y saben la importancia de este tipo de partidos. Y eso seguramente marque la diferencia, y ratifique el reinado del equipo vigués.
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