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| Foto: LFP |
Decía Juan Carlos Unzué al final del partido contra el Barça que no había observado una actitud diferente en sus jugadores con respecto al partido de Leganés. Esta frase ha recibido bastantes críticas entre la afición, y lo cierto es que, al menos desde fuera, da la sensación de que la disposición del equipo nada tuvo que ver en ambos partidos.
Hay un dato relevante que habla de lo que ha sido esta temporada. El Celta tiene empatado el goal-average particular con el futuro campeón, dando por hecho que el Barcelona va a hacerse con el campeonato, y lo tiene perdido con el colista, ya que perdió en Málaga (2-1) y no fue capaz de pasar del empate en Balaídos.
Es un dato simplemente anecdótico, pero una manera gráfica de comprobar lo que muchos aficionados sostienen: Que el Celta se esfuerza más ante los equipos importantes. El pasado martes incluso debió ganar con cierta facilidad a todo un Barcelona, que acumula 39 partidos sin ganar. Generó múltiples ocasiones, alguna de ellas muy clara.
Y ese mismo equipo fue incapaz de generar más de una ocasión ante el Málaga. ¿Por qué existen estas diferencias?. Es algo que tiene que ver con la motivación de los jugadores. Como decía Unzué, en partidos como el del Barcelona el trabajo del entrenador es fácil, porque se motivan por la entidad del rival. El problema es que en otros partidos el trabajo de entrenador no es tan sencillo, y por lo visto parece que Unzué no acaba de conectar con los jugadores.
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