Rubén Blanco sigue siendo de cristal


Foto: Atlántico Diario
Rubén Blanco está viviendo este año su primera temporada con continuidad en la portería del Celta. Después de su debut con el equipo vigués, hace ahora casi cinco años, el joven guardameta no ha pasado de ser una promesa de la cantera, siempre a la sombra de Sergio, y marcado por sus constantes problemas con las lesiones, que no le han permitido más que disputar 20 partidos de Liga en las tres temporadas anteriores. 

Este año empezó siendo problema, pero en la sexta jornada, cuando el Celta visitó Ipurúa, Unzué decidió realizar un cambio en la portería que sería inamovible hasta la fecha de hoy. Rubén Blanco ha disputado 22 encuentros, en los que ha encajado 31 goles, y ha adquirido una continuidad que no había tenido en temporadas anteriores. 

Pero ni eso ha impedido que lleguen las lesiones, en este caso el pasado domingo en el calentamiento del partido ante el Málaga, cuando el de Mos tuvo que abandonar el once titular, dejando su sitio a Sergio. Las pruebas realizadas descartan una dolencia grave, y teniendo en cuenta que la Liga para este fin de semana es posible que solo se pierda un partido, y que esté listo para el siguiente compromiso ante el Athletic en San Mamés. 

Pero una vez más vuelven a aparecer los fantasmas de las lesiones, que le han atormentado durante los últimos años, y le han impedido tener la continuidad necesaria para crecer como futbolista. Incluso este año, en el que por fin ha podido disputar una serie importante de partidos, no se aprecia en su rendimiento un gran salto, lo que ha hecho preocupar a un sector de la afición. 

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