Hay lugar para la esperanza

Foto: La Liga

Ya durante el pasado verano se observaba cierto pesimismo en torno a la temporada del Celta. Incluso antes de disputar el primer partido oficial, y antes de saber cómo jugaría y como se desempeñaría el equipo, muchos aficionados veían la temporada con preocupación y pesimismo. Esa sensación se ha ido agudizando en alguna fase de la temporada, y acallándose cuando los resultados acompañaban al equipo. 

En las últimas jornadas ni los resultados ni el juego han sido los mejores. El Celta ha perdido varios partidos ante rivales directos en la lucha por Europa, e incluso en campo como el de Mendizorroza, donde a priori debería puntuar. La preocupación de la afición es lógica, pero no justifica el exceso de pesimismo que reina últimamente y que pudimos ver el pasado lunes en un Balaídos al que solo acudieron poco más de 11.000 espectadores. 

A pesar de todo lo mal que lo ha hecho el equipo en las últimas jornadas, también ha ofrecido buen rendimiento en muchos encuentros este año, y salvo en el partido de Getafe, ha competido contra todos los rivales, incluidos los más grandes, a quien en algún caso se le subió a las barbas. Empató ante Madrid y Barcelona, y debió puntuar en Mestalla de no ser porque aquel día estaba Munuera Montero sobre el terreno de juego. Tampoco fue peor que el Atlético de Madrid más cicatero que se recuerda por Balaídos. 

Y después del desastre del mes de febrero, con un equipo que es cierto que a nivel de juego está atascando, sigue vivo en la lucha por el objetivo que se marcó a comienzos del curso. Quedan once partidos por delante y la diferencia con respecto a la sexta plaza es de 3 puntos, mientras que el séptimo está a dos puntos. 38 puntos en las primeras 27 jornadas, y buenos momentos de fútbol, aunque no sea tan exuberante como el de la era Berizzo. 

Así que si estamos así en pleno bache de juego y resultados, hay que ser optimistas con respecto al futuro. Este equipo irá a más, mejorará en el aspecto físico y presentará batalla por Europa como prometió a comienzos de temporada. No merece la pena dejar de creer todavía.