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| Foto: Salvador Sas |
Gustavo Cabral vio ayer la quinta amarilla de la temporada, por lo que tendrá que cumplir un partido de sanción ante el Girona el próximo martes. Su ausencia no afecta mucho al equipo titular, ya que estaba previsto que jugasen de inicio Roncaglia y Sergi Gómez, pero si a la composición del banquillo.
La ausencia del central argentino coincide con la lesión de Fontàs, que estará unas dos semanas de baja por una rotura fibrilar. El recambio habitual en estos casos suele ser Diego Alende, pero el canterano también está lesionado y está previsto que no regrese a los terrenos de juego hasta el mes de abril.
Con dos centrales, el técnico navarro tendrá que improvisar. Las soluciones pasan por convocar a alguno de los otros zagueros del filial, o arriesgar e ir con lo puesto contando con que tanto Hugo Mallo como Jonny pueden actuar como centrales, y meter si fuese necesario a Mazan. Lo más probable es que esa sea la opción elegida.
El problema es que en el filial no lo tiene fácil para elegir el técnico celeste. El central titular junto a Alende es Robert Costa, pero por cuestiones de edad no podría volver al filial si debutase con el primer equipo. Y solo hay otro central, Iago Martínez, que apenas cuenta para Rubén Albés, de hecho se quedó fuera de la convocatoria para Toledo. Tras la lesión de Alende, el técnico del filial ha preferido reconvertir a otros jugadores. Ante el Valladolid B y el Cerceda usó a Juan Antonio Ros, y ante el Rápido de Bouzas el elegido fue Pampín. ¿Apostará Unzué por alguno de ellos para completar la convocatoria?.
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