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| Foto: La Liga |
En la jornada de ayer sonó el nombre de Stanislav Lobotka como posible refuerzo del Inter de Milán. Ni más ni menos. Uno de los grandes equipos del fútbol europeo ha puesto sus ojos en un jugador que llegó a Vigo hace poco más de cinco meses siendo un auténtico desconocido para el gran público.
Sus méritos habían estado en una interesante Eurocopa Sub-21, y en su juego con el Nordsjaelland, de la liga danesa, un caladero en el que el Celta ha sabido perscar con maestría en los últimos años. El coste del fichaje fue de 5 millones de euros, y los vigueses le pusieron una cláusula de 35 millones de euros. Parecía tal vez excesiva, pero el tiempo ha demostrado que es incluso baja.
Su rendimiento en el Celta está siendo espectacular. Se ha ganado la titularidad en el equipo, y también en su selección, saltando a la fama tras un gran gol en Wembley ante Inglaterra. No es un escenario cualquiera, pero no se arrugó cuando se vio solo ante el portero inglés, al que batió con sutileza y elegancia.
En sus meses en el Celta ha demostrado que se trata de un futbolista con gran capacidad para jugar como pivote o como interior. No le quema el balón en los pies, y tienen habilidad para robar balones, bien por anticipación o por presión al rival. Se coloca bien, y tiene criterio para distribuir el balón. Tiene aspectos que mejorar, pero tienen margen suficiente para hacerlo. Lo normal es que acabe en un gran equipo, y si deja 35 millones en la caja sería un negocio fantástico para el Celta.
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