Un Celta con alma de escalador


Foto: LOF
Es una situación que se ha repetido en los últimos años. El Celta es capaz de lo mejor ante rivales importantes, donde la concentración e intensidad es total. El equipo de Juan Carlos Unzué está viviendo el momento más duro de la temporada en cuanto a la entidad de los rivales, y sin embargo está respondiendo a las mil maravillas. 

Logró un brillante empate en Barcelona, en un estadio donde lo normal es salir goleado, y pudo incluso ganar en Mestalla de no ser porque Munuera Montero fue el MVP del Valencia en la noche valenciana. Y puede tener una explicación sencilla. Los errores lastraron al Celta en muchos partidos al principio de la temporada, errores en algún caso evitables que no suelen producirse en partidos más intensos, donde la concentración crece de manera natural. 

No estamos criticando la actitud del equipo ni mucho menos, es pura lógica. En partidos más importantes, la intensidad del rival hace que la concentración aumente y se eviten fallos tontos que costaron muchos puntos en los primeros partidos de la Liga. Si echamos un vistazo a los goles encajados en ese tramo de la Liga podemos observar que muchos fallos no son forzados, algo que en las últimas jornadas se ha reducido considerablemente. 

Pero la etapa de montaña aún no se ha acabado, quedan puertos complicados y al ser consecutivos la fatiga puede afectar antes de llegar a la meta, pero da la sensación de que este Celta tiene alma de escalador, ese ciclista que sorprende a los grandes en las cimas, y que es capaz de quedarse cortado en un abanico de una etapa llana. 

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