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Foto: LOF |
El próximo domingo el Celta no podrá contar con el por acumulación de amarillas, y su sombra es tremendamente alargada. El equipo de Unzué no dispone de un jugador que pueda ofrecer en el terreno de juego lo que ofrecer el delantero moañés, así que Unzué tendrá que improvisar y tratar de sobrevivir a su ausencia.
La pasada temporada, cuando Berizzo decidía hacer rotaciones, el equipo perdía especialmente cuando el sacrificado era el moañés. Incluso en partidos en los que no fue titular, tuvo que salir en la segunda mitad para rescatar al equipo y certificar la victoria o remontar algún resultado en contra. Sucedió en Gijón, por ejemplo, o en casa ante Osasuna, un partido que el Celta no conseguía cerrar hasta su ingreso al terreno de juego.
Este domingo no existirá esa opción, y enfrente no estará cualquier equipo, sino el Villarreal, una de las escuadras más competitivas de la categoría, que también llegará a Vigo con múltiples bajas, pero ninguna tan diferencial en su equipo como Iago Aspas para el Celta.
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