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| Foto: LFP |
A Iago Aspas siempre se le acusó de no ser fiable ante el Deportivo. Las voces más críticas con el moañés simepre ponían el acento en sus actuaciones en los derbis. La estadística jugaba en contra del delantero del Celta, que no se había podido estrenar en sus primeros partidos contra el eterno rival, e incluso había sido expulsado en uno de ellos tras caer en las provocaciones de Marchena.
Todo cambió aquel 23 de octubre de 2016. Visitaba Balaídos el Deportivo, ante un Celta que venía de caer 5-0 en el anterior partido de Liga frente al Villarreal. La situación no era idónea para recibir al equipo blanquiazul, pero lo arregló Iago Aspas. El partido marchaba empatado a un gol, con el Deportivo atacando, e incluso siendo mejor en esa fase del choque, hasta que un penalti cambió radicalmente el rumbo del encuentro.
Era el minuto 60 cuando Aspas batió a German Lux poniendo el 2-1. El partido cambió totalmente tras este gol. El Deportivo se desordenó y dejó espacios que aprovechó el Celta para martillear a los coruñeses. El 3-1 lo puso Orellana, tras una contra llevada por Jonny que remató a gol el chileno. Era el minuto 77, y en el 83 Aspas pondría la guinda al pastel con el 4-1 tras una acción en la que demostró su velocidad y el veneno que tiene en las botas.
Eran los primeros goles de Aspas en un derbi. Se estrenaba con un doblete y lo celebró por todo lo alto, dirigiéndose a la grada de Río, en la zona lateral, donde se ubicaban los aficionados coruñeses, mostrando con orgullo el escudo de su equipo. La acción no sentó bien entre la afición visitante, pero no sería la última vez que la verían.
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