Dos proyectos que cambiarán la cara del Celta

Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo

El Celta está a punto de dar dos pasos muy importantes de cara a su futuro. Desde la llegada de Carlos Mouriño al club, uno de sus grandes objetivos fue el de construir una Ciudad Deportiva que permitiera crecer deportiva y económicamente al club, y tener mayor autonomía sobre el estadio de Balaídos.

Desgraciadamente la crisis económica paralizó los planes, aunque nunca dejaron de hacerse proyectos de futuro con el fin de dotar de patrimonio al club. Y parece que al fin, después de tantos años, está más cerca de conseguir parte de sus objetivos. Según informó ayer Onda Cero este viernes se firmará el acuerdo para la Concesión de Balaídos, en condiciones favorables para el Celta, que de otro modo no hubiese firmado, puesto que ya rechazó la primera oferta del Concello. 

Además el sábado se anunciará el desbloqueo para la construcción de la Ciudad Deportiva en Mos, pendiente aún de la compra de los terrenos, pero más cerca después del acuerdo para poder llevar a cabo su proyecto, que cuenta con una extensión de más de medio millón de metros cuadrados, que incluirán varios campos de entrenamiento para el primer equipo y las categorías inferiores, así como suelo comercial para explotar económicamente la construcción. 

El Celta espera que estos dos proyectos sean el pilar de un futuro mejor. En los últimos años se han hecho muchas cosas bien tanto en el terreno deportivo como en el económico. Ahora mismo es un club saneado y muy bien situado en La Liga, donde ha conseguido salvaciones holgadas en los últimos años, y acumula seis años en la máxima categoría. La intención es ampliar los ingresos, y para eso es imprescindible poder explotar los bajos de Balaídos y la nueva Ciudad Deportiva. 

Si se confirman estos movimientos, el futuro del Celta será esperanzador, solo pendiente de seguir acertando con los fichajes como ha hecho en los últimos años.  Dos proyectos que cambiarán la cara del Celta, y le convertirán en un equipo que aspira a ser económicamente más fuerte para asentarse en la máxima categoría.