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| Foto: Getty Images |
Cuando el año pasado superamos la eliminatoria de dieciseiasvos de final de la Europa League, Praza América permaneció desierta. Y eso que llegó de forma agónica, gracias aun penalti en tiempo de descuento, con remontada en la prórroga. Nadie fue a bañarse a la fuente, como tampoco lo hicieron cuando se superó al Krasnodar en octavos o al Genk en cuartos de final, alcanzando, por vez primera en la historia del Celta unas semifinales de una competición europea.
Esa imagen de la Praza América desértica contrasta con las vividas hace unos años tras eliminar a Aston Villa o Liverpool. Puede resultar extraño, pero el celtismo no tenía nada que celebrar, ya que estaba convencido de que alcanzaría la final. Y la ganaría.
El gran responsable de esa fe inquebrantable tiene nombre y apellidos: Eduardo Berizzo. Él nos hizo creer que todo era posible, nos convenció de que para que las cosas pasasen, bastaba con soñarlas. Nos enseñó a todos el significado de afouteza, e hizo creer a los jugadores que eran buenos superando eliminatorias a doble partido antes de que estuviese demostrado.
Nos hizo creer a todos en algo grande, aunque todos los indicadores apuntaban a la prudencia. Nos hizo creer que era posible eliminar a un gigante como el Manchester United, y casi lo conseguimos. Bastaron 2 minutos más de charla con Beauvue y Guidetti para superar a un equipazo, pero para siempre quedará la imagen de un Mourinho, campeón de todo lo ganable, besando el reloj para que el tiempo pasase rápido. Una imagen pocas veces vista en un ganador como el técnico portugués, que sufrió en propias carnes el significado de Afouteza.
Ahora es su momento. Es el momento de Berizzo. Superará el cáncer, estoy convencido de ello. Solo es necesario que soñemos para que suceda. Solo es necesario que todos creamos, que él lo crea. Esta vez sí lo logrará. En Andalucía conocerán el significado de Afouteza.
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