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| Foto: Mora Moralejo/La Voz de Galicia |
Uno de los grandes problemas con los que se ha encontrado Unzué desde su llegada a Vigo es la posición de Iago Aspas. El de Moaña empezó jugando como extremo derecho, con la idea de que primero Guidetti y después Maxi tras la lesión del sueco, ocupasen el puesto de 9. Esa era la primera opción, y los goles del uruguayo hicieron que Unzué se decantase claramente por esa idea.
Pero el paso de las jornadas demostraba que Aspas no se encontraba a gusto en la banda, y el partido de Las Palmas fue una evidencia de que necesita estar lo más cerca posible de la portería rival. En aquel partido jugó Emre Mor por la banda derecha, con Maxi sancionado, y el plan salió a la perfección.
La intención era repetir más a menudo esa idea, pero la lesión del internacional turco trastocó los planes del técnico navarro. Este domingo encontró una solución intermedia para mantener a un 9 de referencia en el equipo, y acerca a Aspas a la portería rival. Durante varias fases del partido permutó su posición con Wass.
Esto ya había sucedido en partidos anteriores, aunque de forma mucho más circunstancial. Ante el Athletic era un plan. Y así llegaron los dos goles, con Aspas más centrado. De hecho, a lo largo del partido lo vimos con mucha libertad de movimientos, en una posición más parecida a la de segunda punta que a la de extremo.
Visto el resultado, es posible que veamos a Aspas con mayor libertad de aquí en adelante. Es evidente que pegarlo demasiado a la banda es un sacrificio demasiado grande, y esta puede ser una buena solución, que incluso permitiría entrar en el equipo a Emre Mor con naturalidad, aunque Daniel Wass, sin tanto desequilibrio, aporta mucha solidez al juego del equipo, bien como enganche o bien por la banda derecha.
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