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| Foto: Ferrol360.com |
La Copa del Rey vuelve a Balaídos. Una competición que en los dos últimos años ha ilusionado considerablemente al celtismo, que ha visto como el Celta era capaz de apear a equipos de talla de Valencia, Atlético de Madrid o Real Madrid. Precisamente el partido ante los blancos, el pasado año en Balaídos, fue uno de los más emocionantes y celebrados de toda la temporada por lo que suponía eliminar a un equipo que lo ganaba todo, y que acabó logrando un doblete.
Pero al margen de la ilusión que le hace a los aficionados el regreso de esta competición, otro aspecto importante es como encaran los jugadores este torneo. Unzué dio ayer una pista: “En los comentarios después del partido de ida notas que van soltando sus recuerdos, y notas que ha sido una competición que les ha dado muchas alegrías, pero en el fondo les ha dejado un poquito de resquemor, de ganas de no quedarse a mitad de su camino”, comentó el entrenador navarro sobre sus jugadores.
La plantilla de este Celta es prácticamente la misma que eliminó el año pasado al Real Madrid, y un poco más distinta que la que dio la campanada en el Vicente Calderón eliminando al Atlético de Madrid, pero muchos de aquellos jugadores siguen en el equipo, así que como bien dice Unzué, han vivido la parte positiva de la competición, pero también ese lado amargo que supuso las eliminaciones ante Sevilla y Alavés. Este año sí. Lo piensa la afición y en el vestuario hay muchas ganas.
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