Afouteza

Foto: Faro de Vigo

Las previsiones para el partido de ayer hablaban de lluvia casi durante los 90 minutos. Algunas en el día de ayer eran más optimistas, pero las incesantes lluvias durante toda la tarde invitaron a muchos a quedarse en casa antes que acudir a la descubierta grada de Río. El club ofrecía impermeables, y muchos se encontraron con la sorpresa de que se permitía el acceso a Río Bajo, cubierto en la parte más alta por la grada de Río Alto. 

Pero no fueron muchos los que acudieron. La grada de Río, siempre la más poblada del estadio, mostró un aspecto triste, casi despoblado salvo en esa zona de Río Bajo protegida por la estructura de la grada superior. Río Alto era un páramo repleto de valientes que soportaron de forma estoica las inclemencia meteorológicas durante los 90 minutos. Zenón estaría orgulloso. 

Ataviados con el impermeable que facilitó el club y poniendo colorido con sus paraguas, los celtistas más valientes demostraron que la Afouteza no solo se enseña dentro del terreno de juego, sino también desde la grada.