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| Foto: Charly Crowharst/Getty Images |
Las estadísticas y la historia en el fútbol no sirve para mucho, aunque de vez en cuando comprobamos con sorpresa como ciertos patrones se repiten sin una explicación racional. Y a veces se juntan dos patrones, como va a suceder este lunes en Gran Canaria.
Por un lado está esa vieja maldición de la que hablamos cada vez que para la Liga, según la cual el equipo vigués tiene una enorme dificultad para ganar partidos después de los parones por los partidos de las selecciones. Es importante recordar que esta temporada logró ganar en esta circunstancia. Fue en Balaídos ante el Alavés. Un auténtico milagro al que no estamos acostumbrados en casa Celta.
Pero las cifras son igualmente lamentables desde que el equipo regresó a Primera División en el año 2012. Y además se junta otra pequeña maldición, la del Estadio de Gran Canaria, en donde el Celta no conoce la victoria. El último triunfo céltico se dio en el año 2001, en el antiguo estadio Insular, hoy convertido en un parque. Desde que el equipo amarillo se mudó a su nueva casa, el Celta no sabe lo que es ganar.
Ya son 8 partidos en el nuevo estadio, con una balance de 3 empates y 5 derrotas. Además, el Celta B también visitó el recinto canario en otras dos ocasiones, con Sergio Álvarez en la portería, sin conocer la victoria. Desde luego no es un campo que se le de bien a los celestes.
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