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| Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia |
Que el Celta tiene un problema en su sistema defensivo no necesita ser refutado por ninguna estadística, pero además hay ciertos datos que apuntan hacia este problema. Por ejemplo, según recoge el Twitter de Fútbol Avanzado (@Futbolavanzado), el Celta es el equipo que recibe un mayor porcentaje sobre el total de tiros dentro de su área. El 72,3% de los disparos que recibe son en área propia, una cifra en la que también coincide el Getafe.
Obviamente, estos disparos suelen ser más difícil de defender y cuentan con muchas más opciones de acabar en gol. Córners no defendidos todo lo bien que sería deseable, segundas jugadas o rechaces, acciones a balón parado en las que suele perder nuestra zaga, y errores a la hora de sacar balones relativamente sencillos en las inmediaciones de los guardametas. Ese suele ser el trágico guión de los goles encajados.
Hace unos días, ese mismo Twitter publicaba una gráfica según la cual el Celta es el equipo que obliga a jugar más en largo a sus rivales. Es decir, que realiza una presión que, con mayor o menor calidad suele ser eficaz obligando a los rivales a abandonar la idea de jugar en corto, incluso equipos como el Betis o la Real Sociedad, para buscar otras opciones. Lo malo es que una vez superada esa primera línea de presión, el Celta suele mostrar una debilidad defensiva que le obliga a marcar muchos goles en cada partido para poder sumar puntos. Y no siempre se puede.
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