Lobotka, "refuerzo" de lujo para Eslovaquia


La disolución como estado unificado de Checoslovaquia dio como origen a dos nuevas selecciones, la República Checa y Eslovaquia, que volvían a competir en solitario varios décadas después. Fue Chequia quien mejor se adaptó a los cambios, con una selección muy potente que llegó a disputar la final de la Eurocopa en el año 1996, y fue una de las más potentes de Europa en los siguientes años. 

Eslovaquia, sin embargo, aparentaba ser una selección menor. Pasó bastante tiempo hasta que empezó a ser competitiva, aunque lo fue haciendo con la llegada de jugadores como Németh, Karhan, Robert Vittek, y en los últimos años sobre todo con jugadores como Hamsik o Skrtel, entre otros. 

Sus participaciones en grandes campeonatos se reducen a su presencia en el Mundial de 2010, y en la última Eurocopa. En ambas ocasiones cayó eliminado en octavos de final. Es una selección que necesita dar un salto, y que de cara a los últimos partidos de clasificación para el Mundial de Rusia se ha “reforzado” con un jugador del Celta; Stanislav Lobotka. 

El centrocampista celeste solo había disputado un partido amistoso con el combinado senior, pero fue uno de los grandes destacados de su selección en la última Eurocopa Sub-21. Su buen hacer en ese campeonato le valió para fichar por el Celta, y le ha dado un sitio en la selección absoluta, convirtiéndose en uno de los mejores del combinado en el partido ante Eslovenia. El joven futbolista destacó y llamó la atención, siendo uno de los culpables de una victoria que debió ser más abultada por los méritos de uno y otro equipo. Solo Oblak, uno de los mejores porteros del momento, lo evitó. 

De cara a esta temporada Lobotka tendrá varios retos. El primero es disponer de minutos en el Celta, algo que no será nada sencillo debido a la competencia, pero es evidente que es un jugador de gran nivel, con capacidad para mover al equipo y aumentar su competitividad. El Celta hizo un esfuerzo importante al gastar más de 5 millones de euros en sus servicios, y el tiempo debe demostrar lo acertado de la decisión. 

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