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| Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images |
El Alavés perdió a la columna vertebral del equipo que el pasado año alcanzó la final de la Copa del Rey tras eliminar al Celta en las semifinales. Pero a pesar de quedarse sin futbolistas de la talla de Theo Hernández, Marcos Llorente, Camarasa o Deyverson, pudo retener a uno de los grandes destacados de aquella eliminatoria: Fernando Pacheco.
El guardameta pacense fue seguramente el hombre más destacado del equipo que entrenaba por entonces Pellegrino. Sus paradas sostuvieron a su equipo en la eliminatoria. En el partido de ida estuvo bien, pero en la vuelta salvó literalmente a su equipo en un par de ocasiones en la primera mitad. Mucho se criticó el partido del Celta en Mendizorroza, que es evidente que no fue bueno, pero todo hubiese cambiado si Aspas hubiese marcado dos goles en el primer acto, algo que evitó Pacheco con una actuación portentosa.
Así que mañana, Pacheco será una de las principales bazas con las que jugará el Alavés. En el partido de Liga también rindió a buen nivel, pero no pudo evitar el gol postrero de Radoja, que permitía que los tres puntos se quedasen en casa. Este año ha iniciado la temporada haciendo honor a lo que es, uno de los mejores porteros de la categoría. En las dos primeras jornadas de Liga es el que más paradas ha realizado, un total de 11, lo que demuestra que sigue creciendo y evolucionando como portero.
Será uno de esos guardametas a los que seguir en el futuro. Es muy joven, ya que ha cumplido 25 años el pasado mes de mayo, pero llegó tarde a la élite. Salió de la cantera del Real Madrid, a donde llegó en categoría cadete, y tras varios años en el filial fichó por el Alavés en el verano de 2015. Logró el ascenso a Primera y un año después estaba jugando la final de la Copa del Rey. Este domingo será el objetivo de los delanteros celestes, que esta vez sí esperan salir triunfadores.
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