Celta 2 - Real Sociedad 3 | Los errores individuales condenan al Celta


Foto: RC Celta
Increíble el partido que se le ha escapado al Celta esta tarde. Tres errores tiraron por la borda el buen trabajo realizado por el equipo, que no mereció esa suerte, pero que terminó pagando muy caro graves errores defensivos. La nota positiva la dio Maxi Gómez, que anoto los dos goles del partido en su debut en la Liga. 

Unzué no sorprendió con su alineación, que era más o menos la esperada. Sergio fue el portero elegido, con Hugo Mallo, Fontàs, Cabral y Jonny en defensa. Por delante de ellos Radoja, Wass y Jozabed, y en punta de ataque Aspas, Sisto y Maxi Gómez. Comenzó mejor el Celta, creando ocasiones, la primera de ellas finalizada por Aspas al lateral de la red. 

Seguía dominando el Celta, aunque la Real Sociedad se defendía bien e intentaba crear en ataque. A los 12 minutos buena jugada individual de Jozabed, que asiste a Aspas, pero este no encuentra la portería. El propio Aspas, muy activo en la primera mitad, casi sorprende a Rulli después de que un disparo se envenenase tras golpear a un rival.

A los 22 minutos llegó el primero del Celta. Maxi Gómez remató de forma inverosímil dentro del área pequeña un balón colgado. Un remate de auténtico delantero, virtudes que acompañan al ariete charrúa. Eran los mejores minutos del Celta, que en el 24 casi marca el segundo después de una gran combinación entre Hugo Mallo y Daniel Wass. 

Cuando mejor estaba el Celta llegó el parón para que los jugadores se hidratasen. No le sentó muy bien al Celta, y en concreto a Sergio, que nada más reanudarse el encuentro cometió un error grosero entregando el balón a Oyarzábal, que aprovechó el regalo demostrando su calidad. El Celta encajó mal el golpe, y apenas generó juego en los minutos restantes. 

Tras la reanudación salieron ambos equipos con los mismos hombres, pero el Celta entró mejor al partido, y no tardó en adelantarse. Fue en el 5 de la segunda mitad, cuando Maxi cazó un balón suelto en el segundo palo y lo envió al fondo de las mallas con destreza. El Celta estba siendo mejor y el gol era un premio justo al rendimiento de ambos equipos. 

En el 66 Unzué realizó el primer cambio, retirando del terreno de juego a Maxi Gómez y dando entrada a Pablo Hernández. Aspas volvía a jugar de 9, mientras que Wass pasaba a la derecha. Para entonces, la Real Sociedad estaba mejor, pero no acababa de crear ocasiones claras para batir a Sergio, salvo un remate lejano que sacó el guardameta de Catoira. 

En el minuto 80 comenzó el desastre. Pérdida de Jonny en el centro del campo, nadie para la contra y Juanmi acaba aprovechándose de la tibieza de Fontàs para batir a Sergio. Las cosas aún podían ir a peor cuando el propio Jonny controla hacia dentro, falla y comete penalti. Ser diestro le traicionó. Mateu señaló penalti, que podía ser fuera del área. William José no perdonó poniendo el 2-3 que ya sería definitivo. 

Los tres primeros puntos que vuelan de Balaídos esta temporada, por errores comunes en el pasado. El Celta sigue dando demasiadas facilidades atrás, algo que debe corregir Unzué y quien le corresponda hacerlo. 


Ficha técnica 

CELTA: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Fontàs, Jonny, Radoja, Jozabed (Lobotka, min.76), Wass, Iago Aspas, Sisto (Hjulsager, min.86), Maxi Gómez (Pablo Hdez. min.66).

R.SOCIEDAD: Rulli, Illarra, Xabi Prieto, Willian José, Aritz, Canales (Vela, min.57), Zurutuza, Oyarzabal, Odriozola (Juanmi, min.66), Rodrigues, Raúl Navas.

Goles: Maxi Gómez (min.22, 1-0); Oyarzabal (min.32, 1-1); Maxi Gómez (min.50, 2-1); Juanmi (min.80, 2-2); Willian José (2-3, min.87).

Árbitro: Mateu Lahoz, del comité valenciano. Amonestó a Maxi Gómez, Jonny y Hugo Mallo (Celta); Illarra (Real Sociedad).

Campo: Balaídos (16.961 espectadores).

Observaciones: antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los recientes ataques terroristas en Cataluña, de Julio Mallado, ex delegado del Celta Bosco, y de José Manuel Roldán “Pepín”, inolvidable aficionado celeste || Partido disputado con un intenso calor que obligó a detener el juego en dos ocasiones para que los jugadores se rehidrataran. 

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