La jugada que nunca olvidaremos


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
Minuto 96 del partido. El Celta apura sus últimas opciones para marcar un gol que le llevase a las semifinales. Casi con el tiempo cumplido, un balón colgado a las inmediaciones del área es cabeceada por Pablo Hernández, el balón cae a pies de Aspas que consigue tocarlo lo suficiente para habilitar a Beauvue. El internacional por Guadalupe que tenía disparo, prefirió asistir a Guidetti, que no acierta a rematar. El balón se le queda atrás, y con el la final de Solna. 

Fue la última jugada del partido porque el árbitro señaló el final inmediatamente. El Celta perdía una oportunidad inmejorable para pasar a la última ronda del campeonato. Ni Beavue, que tal vez debió probar suerte ya que tenía disparo y el instinto de un delantero, ni Guidetti, que tampoco estuvo fino, pudieron enviar el balón al fondo de las mallas. Es en momentos como estos cuando un jugador tiene la oportunidad de pasar a la historia para bien o para mal. 

Será una jugada que recordaremos durante muchos años. Ojalá la olvidemos pronto. Sería buena señal, pero hay que ver cuantos años pasarán hasta que otro suceso nos permita olvidarlo. Será esa jugada que nos despertará de nuestros mejores sueños, convertido en una pesadilla recurrente, pero esa jugada no debe empañar el recuerdo de un equipo maravilloso que nos hizo felices este año. De eso se trata este deporte. 

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