La odisea de la peña Carcamáns ha tenido un final feliz gracias a la ayuda del Real Club Celta. Miembros de esta peña -y de otras- quedaron literalmente tirados en el aeropuerto de Lisboa, que ayer vivió un día complicado debido a problemas con el combustible que afectaron a unos 80 aviones. Entre ellos dos que trasladaban a aficionados del Celta a Manchester.
Desde TAP no ofrecían muchas alternativas a los viajeros celestes, a los que ofrecieron 60 euros para pasar la noche en Lisboa, sin garantía de que hoy hubiese plazas disponibles para poder volar. El Celta gestionó el alquiler de autobuses para llevar a los aficionados célticos hasta el aeropuerto de Faro, y desde allí viajarán directamente a Manchester.
Una historia con final feliz que hará aún más épica la victoria del Celta para unos aficionados que tuvieron que hacer largas colas para conseguir las entradas, un viaje a Lisboa que podrán contar a sus nietos como una anécdota. Autobuses hacia Faro y llegada a Manchester para ver al Celta remontar ante el United. Si esto no es una señal…
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