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| Foto: Ricardo Grobas/Faro de Vigo |
A pesar de que el segundo gol del Genk dejó a la hinchada celeste con un regusto amargo, el resultado conseguido para el partido de vuelta no es del todo malo. Es cierto que el 3-1 daba muchas opciones a los de Berizzo, pero el 3-2 sigue permitiendo al equipo vigués encarar la vuelta con ventaja inicial en el marcador, obligando al Genk a un esfuerzo que dejará espacios a sus espaldas.
Además, el Celta ha demostrado en este partido que también puede jugar contra los belgas con desventaja en el marcador. Supo remontar el golpe inicial con tres goles en menos de media hora que ponían la eliminatoria en clara ventaja para los célticos, que regalaron un gol en una de las pocas llegadas del Genk en la segunda mitad.
Es cierto que el resultado es bueno para el Genk por el hecho de que una victoria mínima con pocos goles le da el pase a la siguiente ronda, pero conociendo a ambos equipos es fácil prever que en el partido de vuelta habrá muchos goles, y ese intercambio de golpes beneficia al Celta, que tiene mucha pegada arriba, como volvió a demostrar este jueves, y sobre todo una gran capacidad de reacción. Además, a su favor juega el hecho de que en las dos últimas eliminatorias el partido de vuelta fue lejos de Balaídos y acudió con un resultado incierto, resolviendo ambas eliminatorias con madurez.
A esa madurez es a la que tendrá que apelar el Celta, que además no es un equipo inferior al Genk ni mucho menos, a pesar de que los belgas son mucho mejor equipo de los que muchos suponían. Saben jugar y son buenos en ataque, pero no tanto en defensa, y es algo de lo que el Celta, que cuenta con las mismas virtudes y defectos, se tiene que aprovechar.
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