Todos los que conocen a Claudio Beauvue, y han estado cerca de él durante el proceso de recuperación, destacan del internacional por Guadalupe su carácter positivo, y su eterna sonrisa, que le han permitido recuperarse anímicamente de una lesión que suele dañar tanto lo físico como lo moral.
Casi diez meses de baja pueden desmoralizar a cualquiera, especialmente cuando en su caso la recuperación fue mucho más lenta de lo que estaba previsto inicialmente. Ahora, que todo ha pasado, solo cabe esperar que todo sea un mal sueño y algo que quede en el pasado. Serán fundamentales sus primeros pasos, y ahí es donde Berizzo tiene que guiar a “air” Beauvue en su regreso a un terreno de juego.
La recuperación real llega ahora. El delantero debe ser consciente de que no hay regreso con rendimiento inmediato de una lesión de este tipo. Lo hemos visto con Fontàs, al que le costó alcanzar su mejor nivel, y que a día de hoy aún no es titular. Le va a costar integrarse en un equipo que está muy rodado, y en el que le va a costar entrar. Pero no hay nada que se resista a la sonrisa de un jugón.
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