El Celta recupera su identidad


Foto: Denis Doyle/Getty Images
El Celta se marchó triste y cabizbajo del Vicente Calderón tras caer derrotado en los últimos minutos, pero no debería hacerlo de ese modo. Es cierto que evitar remontadas, saber defender y mantener resultados es una asignatura pendiente de los de Berizzo, que serviría para darle puntos que ahora mismo se pierden por no saber gestionar esa ventaja. 

Pero al margen de esto, que es muy importante, el Celta debe regresar a Vigo con la sensación de que ha perdido sin traicionar sus principios, algo que tal vez sucedió el pasado miércoles ante el Alavés. Ayer perdieron ante un equipo superior, que es el actual subcampeón de Europa,  pero plantaron cara ante una muy buena versión del Atlético, que en muchos casos se vio desarbolado por el Celta. 

La primera mitad, especialmente, fue la demostración de que el Celta tiene una identidad, y que la ha mantenido con el paso del tiempo a pesar del cambio de cromos que ha sufrido en los últimos años. Es cierto que ya no cuenta con aquellos jugadores que poblaban su vestuario hace unos años, pero sigue teniendo la intención de dominar los encuentros, de dominar a su rival a través de la posesión, y también tiene más recursos ofensivos, que tienen que ver con las transiciones rápidas, como hizo en la segunda mitad. 

Es un equipo que tiene la capacidad de buscar el gol de maneras muy diversas, y en eso ha crecido con respecto a aquel equipo, mucho más ceñido a la combinación y a la posesión. Y el partido de ayer fue la demostración de que el equipo sabe a que juega, y sabe como hacerlo. Es cierto que los hombres de Berizzo regresaron a Vigo sin puntos en el bolsillo, pero deberían hacerlo con la sensación de reencontrarse con su juego, y sabiendo que jugando como ayer, perderán muy pocos partidos. 

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