Uno de los movimientos que se podían dar en este mercado de fichajes, y que podrían afectar al Celta, sería la salida de Dejan Drazic de Real Valladolid, donde no cuenta para el entrenador, algo reconocido por el propio Paco Herrera hace más de un mes. El técnico catalán solicitó entonces la salida de Drazic para acoger a otro futbolistas con el que pudiese contar, pero no fue posible.
A última hora sonaron varios equipos. El Partizan de Belgrado, el club en el que se formó Drazic lo quería, pero pretendía incluir en la cesión una opción de compra, algo a lo que se negó el Celta. También sonaba fuerte el Nacional de Madeira, que a última hora contrató a otro futbolista para esa posición, y finalmente sonó el Krylia Sovietov, que tampoco fue el destino finalmente del futbolista balcánico.
Drazic, que anunció en la previa que quería irse a un equipo donde puidese jugar todos los partidos, se quedará finalmente en Valladolid, sin opción alguna de tener minutos, y con la sensación de haber perdido un año. Hubiese sido mucho más interesante para él quedarse en Vigo y aprender en los entrenamientos ante jugadores de mayor nivel. El fútbol es así, y parece que a Drazic le están costando sus primeros años en España. Es un futbolista con un talento que no sabe rentabilizar.
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