La noche del celtismo


Foto: César Manso/Getty Images
Eduardo Berizzo reclamó ayer el apoyo de la afición en la sala de prensa de A Madroa. El preparador argentino sabe de la importancia que tienen los seguidores en los éxitos del equipo. Así ha sido en los últimos años, desde aquella temporada en Segunda División en la que el celtismo se reconcilió con el club. Aquel año en la categoría de plata fue vital para la recuperación de una unión que nunca se debió romper. 

Desde entonces, hasta ahora, el celtismo siempre ha respondido a la llamada. Apoyar a un equipo que puede ascender es fácil, pero a veces no lo es tanto a un equipo que camina hacia el descenso. De aquel 4,01% de posibilidades de salvarse ha quedado lo que es este Celta, un equipo que ya no es candidato a la lucha por la permanencia, sino que entra en las quinielas de las plazas europeas, aunque no siempre lo pueda conseguir. 

Entre Luis Enrique y Berizzo han cambiado la cara del equipo, pero contando a sus espaldas con un respaldo único. Tan valioso que marca la diferencia. Aquel equipo que era llevado en volandas por sus aficionados el día del Espanyol, sigue sabiendo que los tendrá cuando sea necesario. Esta noche es uno de esos partidos en los que el apoyo del celtismo será básico. Hay una quedada convocada a las 19:30 para recibir al equipo, en la confluencia de la Avenida de Fragoso, con la Rúa Val Miñor. 

Ese será el primer paso para una noche que nos gustaría recordar con una sonrisa dentro de muchos años, como recordamos otras noches o tardes preciosas. Desde aquel partido ante el Xerez, con poco más de 13.000 celtistas en la grada, a otros encuentros más masificados, pero manteniendo el ambiente de aquel día. El celtismo es eso, y tiene que demostrarlo una vez más. Aunque sea por el egoísmo de vivir una noche inolvidable, hoy no puede fallar nadie. Es nuestra noche. 

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