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| Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia |
Esta es una frase que se está repitiendo demasiado esta temporada. Eduardo Berizzo vuelve a estar pendiente del estado de salud de una de las grandes estrellas del equipo. Fabián Orellana sigue convaleciente de una lesión, en este caso de una rotura fibrilar en el músculo sartorio del muslo derecho, que ayer le impidió entrenar junto al resto de sus compañeros.
El internacional chileno realizó trabajo de recuperación en el gimnasio, y es seria duda para el partido del próximo martes contra el Valencia. Antes del parón navideño se habló de la posibilidad de que pudiera estar para el partido que disputará el Celta ante el Málaga el domingo 8, aunque su participación seguramente esté en el aire hasta casi el último momento, y aunque sigue sin descartarse que pueda jugar ante el Valencia, no parece fácil que se recupere a tiempo.
Las constantes lesiones de Orellana, sin relación aparente entre todas ellas, están preocupando mucho al técnico celeste, ya que el atacante celeste es uno de los jugadores clave en su esquema. El preparador argentino quiere jugar con un mediapunta de las características de Orellana, un futbolista que a su habilidad añade una gran movilidad que le permite generar espacios para otros compañeros y dificultar la tarea a los zagueros rivales.
Una vieja petición del entrenador es un mediapunta, operación que no se pudo concretar en el pasado mercado de fichajes, y que ahora retomará el club con la esperanza de poder ofrecerle a Berizzo un jugador que encaje en sus esquemas. Mientras tanto, su opción favorita es Orellana, cada vez más alejado de la banda por lo visto en sus últimas actuaciones.
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