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| Foto: LFP |
Una de las buenas noticias de este domingo fue el regreso de Fabián Orellana al equipo. El internacional chileno no jugaba desde el pasado 30 de octubre, cuando se lesionó en Las Palmas, durante el partido celebrado en el Estadio de Gran Canaria, y tras el cual se ausentó de los terrenos de juego por espacio superior a un mes, mucho más de lo inicialmente previsto.
Orellana es clave en los esquemas de Berizzo, ya que cambia la fisonomía del equipo por su movilidad y su facilidad para ver espacios por los que filtrar balones a sus compañeros. Este mediodía, sin realizar el partido de su vida, volvió a ser importante para el Celta. En el segundo gol supo ver el desmarque de Bongonda por banda izquierda para darle un buen balón que el belga convirtió en asistencia de gol para Iago Aspas.
Unos minutos antes había enviado un balón profundo a Aspas, que controló y disparó, aunque no pudo sorprender a Adán. Pero la entrada de Orellana cambió el partido, porque al Betis comenzaron a vérsele las costuras, y dejó de atacar con la insistencia anterior. Tener a Orellana el jueves, en plena forma y listo para jugar, será fundamental para que el Celta pueda realizar un buen papel en Atenas, y mejorar lo que haga el Standard de Lieja ante el Ajax.
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