El presidente del Deportivo, Tino Fernández, ha lamentado el retraso en la ejecución de las obras de la cubierta del estadio de Riazor, de titularidad municipal, y ha mirado al sur de Galicia, a Vigo, y a la aportación que han hecho las instituciones para la remodelación de Balaídos. "En este momento estamos viendo inversiones en muchos campos, incluso estamos viendo cómo en Vigo están invirtiendo millones y millones de euros por parte de Ayuntamiento y Diputación y nosotros como deportivistas no nos queremos quedar atrás y esperemos que todo se arregle y vaya por buen camino", declaró en rueda de prensa.
En un acto en el que presentó un proyecto para la recuperación de imágenes históricas del club, Fernández recordó que "ha pasado mucho tiempo" desde que el club expuso la situación de las cubiertas de Riazor.
Las obras tendrán que ser licitadas nuevamente después del acuerdo al que llegaron el Ayuntamiento y la empresa Dragados para no ejecutar la obra prevista en Riazor dado que se consideraba que el proyecto era inviable. "Espero que los pliegos de contratación vayan mejor hechos esta vez. No entiendo qué ha pasado, qué puede haber cambiado para que la oferta técnica que se presentó no se pueda ejecutar", comentó el dirigente.
Fernández aseguró que la obra en Riazor es algo que "no tiene vuelta atrás, que hay que hacer sí o sí" y afirmó que, en su opinión, no supone un "problema de seguridad" a pesar de que la temporada pasada hubo que acordonar una zona del campo en uno de los partidos por la caída de trozos de la cubierta. "Tenemos que separar lo que es la estructura de la cubierta en sí, pueden ser trozos que se rompan y hay que estar vigilante y hacer una labor preventiva, quizás subir más veces y ver cómo está. Creo que en ningún momento ha habido ese peligro, pero en caso de que haya alguna duda, hay que acordonar", dijo.
EFE
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