Víctor Fernández entrenó al Celta durante cuatro años, convirtiéndose de este modo en uno de los técnicos más longevos en la historia del club. El entrenador aragonés llegó al Celta en el verano de 1998, con el equipo recién clasificado para la Copa de la UEFA, a donde llegó de la mano de Javier Irureta, con la meta puesta en alcanzar grandes objetivos.
Durante esos años, el Celta se caracterizó por desplegar un fútbol preciosista, que enamoró a propios y extraños, pero al que le faltó dar el paso definitivo de conseguir un título. Las grandes gestas europeas, con las goleadas a Juventus, Benfica, y las brillantes eliminatorias ante el Aston Villa o el Liverpool, o la remontada ante el Estrella Roja, no se borrarán de la memoria colectiva del celtismo, como tampoco lo hará aquella desgraciada final de la Copa del Rey en la que el equipo vigués vio como un equipo inferior le remontaba un gol y se llevaba el título.
Víctor Fernández dejó un legado complicado, sin trabajar apenas la cantera y gastando mucho dinero en contrataciones que con el paso de los años iban perdiendo calidad. Su juego no se olvidará, como tampoco el hecho de que la plantilla que tenía a su disposición podría haber dado algo más.
Hoy queremos recordar la presentación del técnico aragonés, que llegó a Vigo hace 18 años. Casi dos décadas, para comprobar lo mucho que han cambiado también las presentaciones en Casa Celta.
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