La Kryptonita de Orellana


Fabián Orellana llegó a Vigo en el año 2011. Ya por entonces era conocido en chile como el “Histórico”, por aquel gol ídem que anotó ante Argentina y permitió a su país clasificarse para el mundial de 2010. Por entonces era una joven promesa, que empezaba a despuntar mostrando toda su clase y acierto ante la portería rival. 

Coincidió la llegada de Orellana a Vigo con su eclosión como futbolista. Ya había vivido un gran año en el Granada la temporada anterior, que confirmó con un año espectacular en el Celta, encadenando dos ascensos de forma consecutiva, uno con los nazaríes, y otra con los célticos. 

Le quedaba el reto de triunfar en la máxima categoría, algo que le costó una temporada. En la 2012-13 inició el curso en el Granada, a donde regresó tras la cesión al Celta, y lo acabó en Vigo después de ser fichad por el Celta. No sería hasta la siguiente temporada, con Luis Enrique en el banquillo, cuando el chileno explotó como un extraordinario jugador de Primera, hasta llegar al momento actual en el que es reconocido como uno de los mejores jugadores de la Liga. 

Mientras todo eso sucedía, Orellana jamás se ganó un sitio con su selección. En muchas ocasiones no fue ni convocado, como sucedió durante la pasada edición de la Copa América. Sí estuvo en el mundial de Brasil, pero apenas participó, y en la presente edición del torneo continental, no está destacando, y eso que Pizzi estaba predispuesto a darle su confianza. 

La selección chilena, aquella que hizo “histórico” al “Poeta, es la asignatura pendiente de Orellana. La camiseta roja es como la Kryptonita que derrotaba a Supermán para el céltico. Todo lo bien que juega con el Celta, no basta para demostrarlo con su selección. Tiene por delante aún la oportunidad de cambiar el rumbo durante la presente edición de la Copa América. Tiene talento para salir participando en goles, en lugar de hacerlo en trifulcas. 

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