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| Foto: Faro de Vigo |
Una de las grandes noticias del partido de anoche ante el Betis fue la recuperación de Jonny. El de Matamá está viviendo una temporada extraña con algún partido muy flojo, y con varios fallos que costaron goles, especialmente hace un par de meses. Desde entonces ha ido mejorando poco a poco, pero faltaba por ver una versión espléndida de un futbolista en el que casi todo el celtismo ha depositado su confianza.
Ayer volvía a jugar como lateral derecho, su posición originaria, en la que debutó en el Celta, y la que le llevó al primer equipo vigués. A pesar de haberse especializado en la banda derecha, el canterano debería sentirse más cómodo por el perfil diestro, y ayer fue una buena prueba de ello. Jonny es un jugador muy completo, no es un lateral al uso, sino que tiene capacidad de entrar por banda, o incluso, si la situación lo requiere, desbordar con alguna diagonal hacia el centro, recurso adquirido a base de jugar a pierna cambiada.
Esta adaptación necesaria al perfil izquierdo le ha convertido en un futbolista más completo. El pase de gol que le dio ayer a Pablo Hernández lo realizó desde una teórica posición de mediocentro o interior, teniendo la capacidad de entender qué hacer con el balón incluso estando fuera de su posición. No es tan sencillo, pero Jonny siempre tuvo la capacidad de hacer fácil lo aparentemente difícil. Este año parecía empeñado en todo lo contrario, y su partidazo ante el Betis es la mejor noticia posible.
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