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| Foto: Ricardo Grobas |
Desde su llegada a Vigo, Cabral siempre ha dejado claro que entendía lo que suponía un derbi. Es un futbolista caliente, que vive con intensidad, pero también con cabeza fría, este tipo de partidos. De hecho, el defensa argentino nunca ha perdido un derbi con la camiseta del Celta. De los tres que ha jugado, ha ganado dos y empató uno, el que disputó en su primer año y en el que fue expulsado de forma injusta por doble amarilla.
El año pasado pudo resarcirse ganando los dos derbis. El central, eso sí, no ha querido aventurarse esta mañana con ningún resultado: “Nunca lo hago antes de los partidos”, pero es consciente de la importancia de una victoria en este tipo de partidos: “Es un partido en el que quiero estar y quiero que ganemos porque lo necesitamos y porque los derbis se ganan. Nuestra gente tiene que irse de Balaídos contenta”, sentenció el central.
El partido de la primera vuelta, jugado en Riazor, se lo perdió por la sanción de tres partidos que arrastraba tras menospreciar al árbitro del partido ante el Madrid justo después de ser expulsado. Así pues, su presencia asegura puntuar, y generalmente ganar. Cuando dice que los derbis se ganan, sabe de lo que habla.
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