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| Foto: Jorge Landín |
El canterano apura para estar en condiciones ante el eterno rival
El partido del próximo sábado no es un partido cualquiera para ningún jugador de Celta o Deportivo, pero si para alguien es especial es para Iago Aspas. El moañés, que lleva el celtismo muy dentro, vive estos partidos con la pasión de un aficionado, algo que a veces le ha podido costar caro. Más maduro y reflexivo, Aspas es consciente de la importancia que tiene para el equipo y trabaja a tope para llegar en condiciones al partido.
El canterano se lesionó ante la Real Sociedad, un encuentro en el que nos regaló un bello gol de vaselina que dio la victoria a los celestes. Unos minutos antes del final del partido, y tras un esfuerzo, tuvo que abandonar el terreno de juego con lo que parecía un simple tirón muscular sin mayor importancia. Las pruebas realizadas revelaron una lesión que le obligaría a parar durante unas semanas.
Inicialmente parecía muy improbable que pudiese estar recuperado para la cita, pero Aspas no es de los que se rinde fácilmente, así que ha trabajo y lo seguirá haciendo, para estar a tope de cara a ese encuentro. Las palabras del preparador físico del Celta, Pablo Fernández, son alentadoras, y una invitación a esforzarse un poquito más estar en condiciones de defender el escudo del Celta en el clásico de Galicia.
Una cuenta pendiente
Aspas tiene ante sí una pequeña cuenta pendiente con el eterno rival, al que nunca le ha marcado un gol, y tampoco ha podido ganar nunca en partido oficial. El moañés, de hecho, tan solo ha podido rascar un empate en los cinco enfrentamientos que ha tenido ante el Deportivo con la camiseta del Celta. El del próximo sábado podría ser la primera. Una victoria que, además, podría hacer que el Celta se acercase definitivamente a la Europa League.
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