David Vidal nunca tuvo mayor relación con el Celta que la de jugar en su eterno enemigo, el Deportivo, pero es un entrenador que jamás pasó desapercibido entre la afición gallega, y tampoco entre el celtismo. Recientemente muchos hemos sabido que había regresado a los banquillos, concretamente entrena al Guadalajara, en la categoría de bronce.
Famoso por su carácter, sus declaraciones y su talante, todos recordamos aquella victoria del Elche ante el Celta, con dos goles de Bellvís, por entonces extremo izquierdo del conjunto alicantino, refiriéndose a los goles de su equipo como “de tortilla”.
El caso es que algunos confunden su talante, y se extralimitan. Eso fue lo que le pasó esta semana a Joseba Larrañaga, conductor del programa “El partido de las 12”, que se emite cada medianoche en la Cadena COPE. El técnico concedió una entrevista telefónica que transcurría con normalidad hasta que el presentador le preguntó: “¿Pensó en algún momento en ser seleccionador?. Lo digo porque ahora Del Bosque no va a seguir. ¿A usted le hubiera gustado ocupar ese cargo?".
El de Portosín tuvo claro desde un principio de qué iba el asunto y contraatacó: "Usted a mí no me conoce. Esa pregunta es absurda y veo que está usted un poco de guasa y de cachondeo", replicó David Vidal. "¿Usted cómo se llama?". Y cuando el periodista se identificó, el entrenador prosiguió: "Pues a usted no le conozco y con esa pregunta se nota que tiene usted muy poco talento porque usted quiere cachondearse de mí. Yo le atendí a usted con mucha educación y es usted un grosero porque usted no tiene que hacerme a mí esa pregunta. Usted está acostumbrado a hablar con cuatro mindundis; a mí no me compare con nadie porque yo, David Vidal, he despreciado ofertas de un millón y de dos millones de euros".
De poco valieron las vagas explicaciones que intentó ofrecer Larrañaga, asegurando que no se burlaba de él: “Yo soy un entrenador que navego por Segunda División y Segunda División B, y no tengo ninguna opción de llegar a la selección nunca. Usted ha ido en plan vacile. Se acabó, que tengo que entrenar mañaña. Lo siento porque les he cogido a ustedes el teléfono por educación y respeto, porque alguno de ustedes, cuando estaban con José Ramón de la Morena, me tiraban a matar. Y ahora yo os he cogido el teléfono y os habéis portado como unos groseros. Por lo tanto, no quiero hablar con ustedes”, zanjó antes de colgar el teléfono.
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