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| Foto: Atlántico Diario |
A Miguel Torrecilla le gusta presumir de la polivalencia de los futbolistas cuando estos son presentados. Tiene fama de ello, e incluso bromea sobre este asunto en las presentaciones de los diferentes jugadores que llegan a Vigo, pero en el caso de Daniel Wass es imposible discutirle que ha acertado de pleno a la hora de definirle. En Dinamarca hablan le definen como una navaja suiza.
Su fama le precede. En Francia demostró una enorme versatilidad, actuando por banda derecha, tanto de extremo como de lateral, y también en el centro del campo, como interior, posición que ha ocupado mayoritariamente en el Celta, a donde llegó para sustituir a un compatriota suyo que ayer estaba sobre el terreno de juego: Krohn-Dehli.
El ex jugador del Celta es puro talento, y también puede jugar como extremo, -de hecho se le fichó para esa posición- pero en la comparación de polivalencia con Wass sale perdiendo. El jugador celeste actuó ayer como lateral derecho, carrilero en realidad, y demostró su enorme capacidad para adaptarse a varias demarcaciones siendo igual de efectivo en todas ellas. Wass llegó a dar la asistencia del gol de Beauvue sumándose al ataque por el carril diestro.
La salida de Jonny, que estaba bastante tímido en ataque, y la irrupción de Wass en esa posición, unido a la jerarquía de Marcelo Díaz en la medular, terminaron por decantar el partido a favor del Celta, a quien solo la falta de puntería le separó de una victoria que mereció por los méritos acumulados. Wass tendrá el jueves otra reválida en la remontada de Copa. Buen momento para demostrar que Torrecilla acertó con su fichaje.
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