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| Foto: Óscar Vázquez |
Una de las grandes noticias de las últimas semanas está siendo Théo Bongonda. El belga, que ha aprovechado la ausencia por lesión de Nolito para disponer de muchos minutos en la banda izquierda del Celta, no acabó de convencer en los primeros encuentros, hecho por el cual está siendo suplente en la Copa, y ha tenido que ser en los últimos partidos cuando se ha ganado el favor de Berizzo por su rendimiento.
El internacional Sub-21 belga ya estuvo a un nivel más que aceptable en Las Palmas, donde marcó un buen gol con una definición a la altura del gran futbolista que promete ser, y confirmó estas sensaciones el pasado domingo frente al Sevilla. El zurdo entraba como cuchillo en mantequilla por la banda izquierda del ataque celeste, sin que Mariano encontrase la forma de detenerlo.
En los minutos en los que jugó a pierna cambiada no fue tan determinante, pero especialmente en la segunda mitad, con espacios y el Sevilla bastante encerrado en su área fruto del cansancio, se entendió muy bien con Carles Planas y juntos llevaron gran parte del peligro céltico en el segundo acto, donde la superioridad local ya era patente.
Bongonda aprovecha su gran velocidad, su regate y el desborde de un futbolista eléctrico que llegó a Vigo hace ahora un año, y que poco a poco se va encontrando más a gusto en una liga tan difícil como la española. En su momento se dijo que era un proyecto a medio y largo plazo, y parece que el momento de Bongonda está cada vez más cerca. La recuperación de Nolito, y el final de la participación en Copa -pase lo que pase no habrá más partidos hasta el mes de mayo- harán que los minutos se repartan más y se puede resentir, pero ya ha mostrado en los últimos encuentros que ha dado el salto, y que ya es imparable.
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