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| Foto: FDV |
Juan Ramón López Caro fue uno de los cuatro entrenadores que se sentaron en el banquillo durante la Temporada 2007-08, una de las más negras en la historia del Celta. El club vigués inició la temporada con el claro objetivo de regresar a la máxima categoría, y tras contar con cuatro técnicos diferentes, acabó más cerca del descenso a Segunda B, que de la Primera División, y con el equipo abocado a un concurso de acreedores para salvar su maltrecha economía y sobrevivir.
El equipo empezó con Stoichkov en el banquillo, lo que pronto se reveló como un grave error, subsanado a los dos meses de comenzar la liga con una destitución disfrazada de dimisión. Su puesto lo ocupó Juan Ramón López Caro, que llegaba con cierta fama tras haber entrenador al Real Madrid, caracterizado por ser un tipo muy religioso y con la marca del trabajo con la cantera.
No acabó de funcionar, y no pudo terminar la temporada, siendo sustituido por Antonio López, que era su ayudante. Tras entrenar a varios equipos diferentes, López Caro acaba de firmar como nuevo técnico de la selección de Omán. Anteriormente había sido director deportivo y seleccionar de Arabia Saudí.
López Caro se mostró ilusionado en el acto de presentación: "Estoy muy feliz de estar aquí, me gustaría expresar mi compromiso de hacer lo máximo que pueda en este equipo. Le prometí al pueblo de Omán que me centraría al cien por cien y así lo haré", afirmó el sevillano durante la presentación.
El combinado del golfo está inmerso en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. "Haremos un gran esfuerzo para lograr los objetivos del equipo, quiero conseguir el mejor rendimiento de los jugadores", señaló López Caro.
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