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| Foto: Ricardo Grobas |
El Celta visita esta noche Vallecas (22:05) un estadio maldito desde que el Celta regresó a Primera División. Desde entonces, los de Paco Jémez tienen tomada la medida a los vigueses, con partidos increíbles, como el de hace tres temporadas, cuando tras adelantarse el Celta con dos goles de Iago Aspas, vio como remontaban los locales tras la expulsión de Cabral. Un partido para olvidar, que no fue el único, porque las dos últimas visitas tampoco pasarán a la historia del club.
Eso sí, algunas cosas han cambiado. El Rayo no solo ganaba al Celta en Vallecas, sino también en Balaídos, algo que cambió en las dos últimas visitas, ambas celebradas después de de la última visita al barrio madrileño. El pasado curso goleada con poker de Santi Mina (6-1), y este año victoria fácil por tres goles a cero. Ahora toca demostrar que la maldición vallecana se ha acabado.
No será fácil hacerlo porque al Celta le perjudica el calendario. La eliminatoria ante el Atlético obliga a Berizzo a realizar rotaciones, dos de ellas son seguras, ya que Daniel Wass y Iago Aspas no viajan para descansar. El resto de las rotaciones se conocerán mañana, pero no serán pocas. Ganar así será un poco más complicado, pero no imposible, ya que hay plena confianza en los menos habituales.
El Rayo, sin mayor distracción que la Liga, donde la clasificación le está ahogando, saldrá a por todas para confirmar que el Celta se le da bien, y de paso intentar huir de la quema. El Celta intentará jugar con la ansiedad lógica de un equipo que tendrá que pelear de aquí a final de temporada, pero que ya ha demostrado otros años que sabe manejar muy bien este tipo de situaciones.
Ambos equipos son dos de los que mejor fútbol realizan en la Liga, así que este es uno de los partidos más atractivos para el espectador imparcial. Luego hay que refrendarlo sobre el campo, donde se promete una lucha por la posesión tremendamente atractivo.
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