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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Decía ayer Berizzo que Iago Aspas había “encontrado un nuevo mundo en la banda derecha”, explicando así la decisión que había tomado de ubicar al de Moaña en el once inicial junto a Guidetti. La idea princpal parecía que sería la de retrasar su posición hasta la mediapunta, pero Berizzo ya no mueve de esa posición a Orellana. Aspas fue el extremo derecho, y su movilidad volvió loca a la zaga levantinista.
En banda, Aspas recuperó los espacios que se le niegan en punta de atauqe, bajó muchísimo a recibir balones, ayudó en defensa como requiere su posición, pero fue en ataque donde estuvo totalmente desbocado, anotando un gol y dando dos pases de gol, una a Guidetti y otro a Orellana, ambos dejaron solo a su compañero ante el portero y no perdonaron.
El moañés atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva, y parece capaz de jugar en cualquier posición. Como delantero centro ofrece una alternativa interesantísima. Lo vio Paco Herrera antes que nadie. A las defensas les cuesta mucha defender a un delantero que no para un minuto, que permuta constantemente su posición, que aparece por zonas de campo a las que no está habituado un delantero. Es un verdadero dolor de cabeza, y lo corona con una gran calidad.
El paso de los años le han servido para crecer como futbolista al entender el juego cada vez mejor. Es un gran amante del fútbol y se nota. Ve mucho fútbol, y siempre está intentando aprender. Es evidente que su posición es la de delantero centro, pero es una alternativa más que válida para entrar por banda. Beauvue le peleará el puesto, veremos qué pasa.
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