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| Foto: Miguel Riopa |
División de opiniones en el regreso de Augusto Fernández a Balaídos. El centrocampista argentino, que volvía a la que fue su casa durante tres años y medio, recibió pitos, pero también aplausos por parte de su antigua afición. Durante la presentación del equipo ya se produjo esta división de opiniones, que también se repitió cuando fue sustituido, con ligero predominio de los silbidos con respecto a los aplausos.
Ya durante el encuentro era fuertemente pitado cada vez que tocaba el balón, pero es lógico que en estas circunstancias se impusiesen los pitos, ya que aquellos que le aplaudieron al ser cambiado no lo harían durante un lance del juego. Lo que se ha podido determinar es que el recibimiento no fue tan hostil como era previsible, especialmente teniendo en cuenta lo cercano de su marcha.
Eso sí, el jugador ya sabe que esta no será su casa, como lo es la de otros jugadores que se marcharon. El momento, su condición de capitán, y ciertos detalles que se han ido conociendo en los últimos días invitan a pensar que no será muy bien recordado por la gran mayoría.
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