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| Foto: Óscar Vázquez |
El césped de Balaídos se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para Eduardo Berizzo y sus jugadores. De un tiempo a esta parte, el aspecto del mismo es cada vez peor, siendo habitual que se levante, está pesado y dificulta notablemente la circulación de balón en la que el equipo vigués basa su juego. El ayuntamiento, como propietario del Estadio debería tomar cartas en el asunto, pero no parece ser que vaya a ser así, al menos a corto plazo.
El propio alcalde, preguntado ayer por esta situación, respondió con sorna: “El césped lo llevan los técnicos, no es mi especialidad. Yo soy el alcalde, pero puede hacerme técnico del césped, pero lo haría muy mal”, apuntó, en declaraciones recogidas por La Voz de Galicia, en el que se muestra expeditivo como un central de los de antes.
Según informa el rotativo coruñés, el Celta se ofreció a costear la reposición del mismo, aprovechando el último parón por los partidos de las selecciones, pero no encontró respuesta alguna en el Concello, por lo que no pudo continuar con los trabajos. Una situación grave, que perjudica seriamente al Celta, que se encuentra con un césped impropio, que favorece a los rivales que le visitan.
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