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| Foto: Atlántico |
Decía Valdano que el fútbol es un estado anímico, algo que uno puede confirmar fácilmente tras ver muchos partidos, y el comportamiento de los jugadores ante las distintas situaciones que generan los encuentros. Uno de los grandes hándicaps del equipo en años anteriores era el aspecto anímico. Los goles en contra eran golpes de los que parecía imposible reponerse, algo que se ha ido corrigiendo a base de recibir golpes y encajarlos cada vez mejor.
El entrenador céltico Eduardo Berizzo incidió ayer en este aspecto, recordando que el Betis es un equipo muy apoyado por su afición, y que el equipo se enfrentará a un partido donde la mente tendrá mucho que decir: “El Betis es un equipo que aprieta al principio, impulsado por su gente. Debemos estar bien puestos, reconocer el partido rápidamente. Me gusta que el equipo, cada paso que da, le hace crecer, toda adversidad es una prueba a superar”, explicó.
A continuación quiso destacar como el equipo ha sabido encajar bien los golpes recibidos en los últimos tiempos: “Los nervios del inicio del partido, los momentos de inestabilidad que generan los errores individuales, también los absorbemos bien. El otro día, tras el error, el equipo siguió jugando igual. Cuando se dio con Sergio también, y ese es el crecimiento que uno quiere, que crezcamos, que sepamos absorber lo que pasa y encontremos solución. Vamos a entrar en una etapa de la Liga donde se van a empezar a definir cosas, y la solidez, la madurez anímica del equipo, será muy importante”, recordó.
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