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Foto: Miguel Riopa |
No hubo sorpresa en la alineación del Celta, que formó con Hugo Mallo en el eje de la zaga y Daniel Wass como lateral derecho. Bongonda fue titular por tercer partido consecutivo en banda derecha. El resto del equipo, con el regreso del “Tucu” era el habitual. Tampoco hubo sorpresas en la planteamiento inicial de ambos equipos. El Celta tenía espacio para proponer y el Espanyol esperaba atrás bien ordenado.
El partido se convirtió en una batalla táctica bastante aburrida en sus inicios. El Celta, agarrotado, no acababa de encontrar espacios para hincar el diente al equipo perico. La primera llegada con peligro real fue a los 28 minutos en una acción de Bongonda, que trazó una diagonal y envió un disparo que se fue por poco.
A la media hora, el panorama era un tanto desalentador. El Celta carecía de ideas, y el Espanyol comenzó a adelantar la presión, dificultando al Celta. Los catalanes adelantaron líneas y encerraron al Celta durante unos minutos, contando con las mejores ocasiones en este tramo. Fuentes complicó la vida con un centro muy peligroso al que no llegó por muy poco Víctor Álvarez.
Dos minutos después, en un saque de córner defendido con la mirada por el Celta, Álvaro pone a prueba a Sergio con un potente cabeza. Tuvo que ser nuevamente Bongonda el que diese por parte del Celta, gracias a un buen centro de Wass rematado de primeras por el belga. Pudo ser gol, pero además esta acción enseñó al Espanyol que las alegrías ante el Celta se pueden pagar.
Los de Berizzo recuperaron el control del partido, volvieron a tener balón y crear ocasiones. Nolito disparó de primeras un centro de Aspas, pero el balón se fue alto. Y en el minuto 42, el Celta recupera un balón en centro del campo, Hernández habilita a Aspas, y el de Moaña, tras un regate seco, eleva el balón por encima de Pau López con una vaselina maravillosa que ponía al equipo vigués por delante en el marcador.
Al filo del descanso Bongonda marcó un tanto completamente legal, anulado por un inexistente fuera de juego. El belga estaba un metro por detrás del defensor en el momento del pase de Aspas. Son ese tipo de errores que resultan incomprensibles para un trío arbitral de Primera División.
El equipo de Berizzo tenía reservada toda la épica para la segunda mitad. Y hubo para exportar. Nada más comenzar, Pablo Hernández vio la segunda tarjeta amarilla por un codazo a un rival en una pugna por un balón aéreo. Lo normal en estos casos es que el equipo que va ganando, al quedarse con un jugador menos, se eche atrás. El Celta hizo exactamente lo contrario.
En una maravillosa oda a la valentía, el pundonor y la decisión, los hombres de Berizzo adelantaron líneas y cercaron la meta de Pau López estrellando dos balones contra el palo en los siguientes diez minutos, de dominio asfixiante por parte de los vigueses. Las llegadas y ocasiones se sucedían, y solo la falta de resolución ante la meta contraria impidió que el partido acabase en goleada. Sí, en goleada.
El Espanyol era incapaz de responder al empuje del Celta, que tenía clarísima la receta. Presión intensísima y mucha presencia ofensiva en campo contrario. Fabián Orellana tomó en esta fase las riendas del equipo, ocupando una posición ligeramente más retrasada y con mucha libertad de movimiento. Hacía lo que quería, y se juntaba con el tridente ofensivo en peligrosas acciones.
A Sergio le costó reaccionar, y no fue hasta el minuto 23 cuando la entrada de Marco Asensio cambió el partido. El futbolista balear aportó claridad al juego ofensivo del equipo catalán, y de sus botas partieron las acciones más peligrosas del encuentro. La respuesta de Berizzo fue dar entrada a Borja Fernández, en lugar de Bongonda, para reforzar el centro del campo.
Los cambios de uno y otro, y la fatiga en las piernas de los jugadores fueron empujando al Celta hacia su portería, pero ahí también demostró saber defender, contando con la ayuda de un genial Sergio Álvarez, que evitó el empate volando para detener un cabezazo de un futbolista visitante. Unos minutos antes ya se había mostrado muy valiente en un balón dividido ante Hernán Pérez, del que salió maltrecho.
En los últimos minutos siguió cediendo terreno el Celta. Entró Guidetti en lugar de Aspas, y abandonó el campo lesionado Nolito, entrando en su lugar Pape, que debutaba con el primer equipo en partido oficial. Lo mejor fue que, a pesar de la estrechez del resultado, el Celta supo defender con balón y evitó grandes ocasiones por parte del Espanyol.
Victoria de un mérito tremendo para un equipo que demostró que se puede defender atacando, y dio toda una lección de pundonor para orgullo de Balaídos, que despidió al equipo con una enorme y merecida ovación. Otro regalo de este equipo.
Ficha técnica
Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Planas, Augusto, pablo Hernández, Bongonda (Borja Fernández, min.70), Orellana, Nolito (Pape Cheikh, min.86) e Iago Aspas (Guidetti, min.80)
Espanyol: Pau López. Víctor Sánchez (Asensio, min.68), V. Álvarez (Burgui, min.53), Gerard, Pape Diop, Javi López, Hernán Pérez, Fuentes, Caicedo (Mamadou, min.48), Álvaro e Raíllo
Goles: 1-0, min.42: Iago Aspas
Árbitro: Fernández Borbalán, do comité andaluz. Expulsou con dobre amarela a Pablo Hernández, min,47). Amonestou a Hernán Pérez, Víctor Sánchez, Pablo Hernández, Augusto, Orellana
Campo: Balaídos, 17.464 espectadores
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