Marcucci se encarga de estudiar a los rivales, mientras que Bonano se ocupa del 'postpartido' repasando con cada futbolista en vídeo sus virtudes y errores. Durante la semana de entrenamientos, el cuerpo técnico suele dividir uno o dos días entre defensa y ataque. Marcucci trabaja principalmente con los atacantes y Roberto, junto con Berizzo, se encarga de los defensas. Además, Bonano lleva las riendas de la preparación de las jugadas a balón parado.
Pese a estas funciones específicas, todos colaboran de forma permanente en el cuerpo técnico y pueden decir que son amigos, todo un logro. Probablemente, aquí resida una de las claves del éxito celeste en la presente temporada: un cuerpo técnico que trabaja unido, en equipo.
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