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| Foto: Corbis |
Gustavo Cabral cumplió ayer 30 años, y es una edad muy significativa porque dicha efeméride le convierte en el único futbolista del Celta que ha cruzado la barrera de los 30 años en una plantilla extremadamente joven que tiene en el argentino a uno de los referentes del vestuario por experiencia y trayectoria. El propio Cabral reconocía ayer lo inusual de la situación en una entrevista concedida a Antonio Estévez y publicada en Marca.
El de Isidro Casanova lo asume con naturalidad: “Es curioso, cuando empecé en Racing de Avellaneda era el más joven del grupo y cuando llegué con 25 años a España para jugar en el Levante, también me encontraba en una situación bastante similar. Ahora que me toca ser el más veterano, asumo el reto que conlleva eso de tener un mayor grado de responsabilidad que el resto de mi compañeros”, aunque no deja de reconocer lo especial de la situación.
El Celta ha soltado lastre en los últimos años, en cuanto a jugadores veteranos. La prematura retirada de Oubiña, la marcha de Krohn-Dehli, las despedidas de hombres como Bermejo o De Lucas, dejó al equipo sin referentes veteranos en el vestuario, aunque la precocidad de muchos de los canteranos les ha convertido en veteranos antes de tiempo.
Hugo Mallo podría ser un claro ejemplo. Lllegó al equipo con apenas 18 años, y cuando aún tiene 24 ya cumple su séptima temporada en el equipo, con cerca de 200 partidos como profesional y siendo el segundo capitán del equipo, y el jugador que más tiempo lleva en el vestuario. Sin duda es un ejemplo y un referente de lo que el club espera de sus futbolistas. Por eso, el hecho de que solo tenga un futbolista de 30 años parece el resultado normal de una política que viene aplicando en los últimos años. Eso sí, Cabral espera seguir envejeciendo en el equipo.
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